Dr. Brambilla cuenta su historia
He tenido la fortuna de trabajar durante 25 años en el departamento materno-infantil de un gran hospital público (la Clínica Mangiagalli en Milán), dedicándome a la reconstrucción y regeneración de tejidos genitales.
Hace aproximadamente 20 años, me presentaron los primeros casos de liquen, casos complejos que no respondían a los tratamientos tópicos estándar. En ese momento, no conocía la enfermedad. Intrigado, me puse en contacto con los histologistas de nuestro hospital, quienes me mostraron algunas muestras. De inmediato me llamó la atención la similitud con los tejidos afectados por la radioterapia y los afectados por la esclerodermia. Ya en ese momento, trataba con éxito estas patologías con implantes de tejido adiposo. Y así comenzó la historia de la regeneración tisular en el liquen.
Con el paso de los años, he perfeccionado la técnica de la metodología. He comprendido que una preparación adiposa es diferente de otra; que es importante determinar qué y cuánta preparación regenerativa inyectar, dónde inyectarla y cuándo inyectarla. Comprender en qué fase se encuentra la enfermedad es muy importante para decidir si proceder con los tratamientos regenerativos.
La cuidadosa elección de una preparación es la clave para un tratamiento exitoso. Es fundamental entender qué tejidos están involucrados porque la metodología de implante, la cantidad (dosis/efecto exactamente como cuando se da un fármaco) y la calidad del preparado serán diferentes en cada caso. Gracias a mi experiencia en el tratamiento de cientos de casos, he comprendido que la preparación previa a la intervención, así como un cuidadoso seguimiento postoperatorio y la rehabilitación, desempeñan roles fundamentales para obtener resultados excelentes.